Obreros que concurren a su trabajo un rato antes de su horario de entrada para pensar, junto a sus jefes, diferentes ideas para ahorrar costos y mejorar la rentabilidad de la empresa.  Créase o no esto está sucediendo ahora mismo en los Estados Unidos.

De acuerdo a datos recogidos y analizados por Bloomberg, en el último trimestre 142 empresas dentro del índice Standard & Poors 500 han aumentado sus márgenes operativos en un 3% respecto del último trimestre del año 2007, cuando la última expansión económica había llegado a su pico.

El crecimiento anual en productividad (es decir, cuánto se produce en una hora de trabajo) ha promediado los 3,4 puntos porcentuales en los cinco trimestres que siguieron a los 18 meses de recesión finalizada en Junio de 2009.  Estas ganancias en eficiencia han ayudado a las ganancias de las empresas y de ahí que el índice S&P rebotara un 23% desde el último trimestre del 2007, aún cuando las ventas han declinado un 9% en el mismo período.

¿Pero de dónde sale tanta productividad?  ¿Es que las empresas han comprado nuevos y mejores robots y han continuado con sus despidos?.  Todo lo contrario.

Lo que está sucediendo dentro de las empresas es muy interesante y digno de ser analizado: los empleados están ayudando a sus patrones a encontrar nuevas formas de ahorrar costos y aumentar la productividad.  En otras palabras: mientras unos andan por estas latitudes exigiendo participación en las ganancias a la vez que paran camiones en las puertas de las empresas u obstaculizan la labor productiva, en el norte del mismo continente los obreros están pensando en múltiples formas de bajar costos para mejorar las ganancias de las empresas en las que trabajan, contribuyendo de esa manera a garantizar su fuente de trabajo, apostando al mismo tiempo  por un futuro mejor.

El caso de la empresa Campbell Soup (aquella de la latita que inmortalizara Andy Warhol), es un digno ejemplo de lo que aquí mencionamos.  En un artículo publicado por Business Week esta semana, leemos que cada día, antes que comience su turno de trabajo, los obreros de la planta que tiene Campbell Soup en Maxton, Carolina del Norte, se reúnen con sus jefes para encontrar nuevas formas de ahorrarle dinero a la compañía.

Son estos ahorros, y los que otros obreros consiguen para sus respectivas empresas en otras partes del país, son los que explican por qué muchas empresas americanas están acumulando utilidades y no están contratando más trabajadores.

Las empresas no están haciendo grandes inversiones.  En su lugar, están pidiendo a sus trabajadores que las ayuden a ahorrar dinero trabajando más inteligentemente con la misma tecnología.

Cambpell Soup ya ahorró 86 millones de dólares en su negocio de sopas, salsas y bebidas.  Y resultados similares están obteniendo empresas como UPS y DuPont, por sólo mencionar algunas.

Claro que esto no es sustentable en el largo plazo.  Para no perder competitividad las empresas deben seguir innovando puesto que hay un límite para las mejoras en costos utilizando la misma tecnología.  Sin embargo, el ejemplo de estas empresas nos tiene que servir para empezar a pensar de qué manera podemos involucrar emocionalmente a los trabajadores con sus empresas de modo que todos, obreros, empleados y ejecutivos, puedan trabajar en equipo en procura de mejores resultados.

Fuente: Bloomberg Business Week, Noviembre 29 2010, p15/16